Conclusiones de las Perspectivas Seculares: Una era de transformación
Tanto los inversionistas como los encargados de formular políticas seguramente tendrán que lidiar con un entorno macroeconómico radicalmente distinto en los próximos cinco años, ya que la década de nueva normalidad posterior a la crisis financiera, con un crecimiento menor del promedio pero estable, una inflación inferior al objetivo, una volatilidad moderada y una jugosa rentabilidad de los activos, se está desvaneciendo rápidamente en retrospectiva. Lo que queda por delante es un entorno de crecimiento e inflación más incierto y desigual, en el que es probable que la rentabilidad de los mercados de capital en general sea menor y más volátil.
En nuestra última edición de Perspectivas Seculares, “Una era de transformación”, analizamos los disruptores actuales y tres tendencias que creemos que propiciarán una gran transformación de la economía y los mercados globales. Tal transformación supone buenas oportunidades de alfa para los inversionistas activos capaces de moverse en un terreno difícil. Como siempre, nuestras perspectivas se derivan de nuestro Foro Secular anual (este año celebrado en septiembre), en el que participaron los profesionales de inversión global y el Consejo de Asesores Globales de PIMCO, así como distinguidos oradores invitados. Este blog es una síntesis de nuestras perspectivas y opiniones de inversión.
Factores impulsores de la transformación
En nuestras Perspectivas Seculares de 2020, “Una disrupción creciente”, argumentamos que la pandemia del COVID-19 aceleraría y amplificaría cuatro importantes disruptores seculares: la rivalidad entre China y Estados Unidos, el populismo, la tecnología y el cambio climático. Los acontecimientos del último año han reforzado esas expectativas.
Estos cuatro disruptores, aunados a las tres tendencias seculares que se describen a continuación (las cuales analizamos exhaustivamente en el Foro Secular 2021), tendrán importantes implicaciones para los resultados económicos y de inversión en la era de transformación.
Transición de la energía contaminante a la verde. La transición de lo marrón a lo verde.Los esfuerzos para llegar a cero emisiones netas de carbono en 2050 significan que en los próximos años se promoverá tanto la inversión privada como la pública. Por supuesto, seguramente el mayor gasto en energías limpias se verá compensado en parte por una menor inversión y destrucción de capital en los sectores de energía sucia, como el carbón y el petróleo. Cabe la posibilidad de que durante la transición se produzcan perturbaciones en el suministro y fuertes subidas de los precios de los energéticos que frenen el crecimiento y disparen la inflación. Además, dado que el proceso crea ganadores y perdedores, existe la posibilidad de que haya reacciones políticas negativas a la pérdida de puestos de trabajo en las industrias contaminantes, al aumento de los impuestos y los precios del carbono o a los mecanismos de ajuste de las fronteras de carbono que encarecen las importaciones.
Adopción más rápida de nuevas tecnologías. Los datos que tenemos hasta ahora muestran un incremento significativo del gasto empresarial en tecnología. Aumentos similares de la inversión en el pasado, por ejemplo, durante la década de 1990 en Estados Unidos, han ido acompañados de una aceleración del crecimiento de la productividad. Sin embargo, queda por ver si el reciente aumento de la inversión en tecnología y el crecimiento de la productividad son puntuales o el comienzo de una tendencia más fuerte. La digitalización y la automatización crearán nuevos empleos y harán más productivos los existentes. Pero también serán perjudiciales para aquellos cuyos puestos de trabajo desaparecerán y carezcan de las habilidades adecuadas para encontrar empleo en otro lugar. Al igual que con la globalización, el lado oscuro de la digitalización y la automatización será probablemente el aumento de la desigualdad y de las políticas populistas.
Una distribución más amplia de los beneficios del crecimiento. La tercera tendencia actual potencialmente transformadora que se está produciendo es la mayor atención de los encargados de formular políticas y de la sociedad en general a la creciente desigualdad de los ingresos y la riqueza y a un crecimiento más inclusivo. Por ejemplo, la evidencia empírica anecdótica sugiere que en muchas empresas, el equilibrio de poder en la relación empleador-empleado ha comenzado a cambiar de lo primero a lo segundo, aumentando así el poder de negociación de los trabajadores. Queda por ver si esta tendencia continúa o si el trabajo desde casa con la ayuda de tecnología finalmente permite la subcontratación de más empleados en ubicaciones nacionales e internacionales más baratas, y así preservar o incluso aumentar el poder de negociación de los empleadores.
Conclusiones de inversión
Creemos que la era de la transformación presentará un terreno más difícil para los inversionistas que la experiencia de la nueva normalidad de la última década. Pero también creemos que brindará buenas oportunidades de alfa a los inversionistas activos que estén equipados para aprovechar lo que esperamos que sea un período de mayor volatilidad y "colas más gruesas" que la distribución común de curva de campana.
Es muy probable que una mayor volatilidad macroeconómica y de mercado suponga una menor rentabilidad en los mercados de renta fija y renta variable. Las valoraciones iniciales —bajos rendimientos reales y nominales en los mercados de renta fija y múltiplos de renta variable históricamente altos— refuerzan esta expectativa.
En nuestra línea de base suponemos que las bajas tasas de los bancos centrales anclarán los mercados globales de renta fija. Aunque observamos riesgos de alza de las tasas de interés a corto plazo a medida que las economías se recuperan, en el horizonte secular prevemos que los tasas se mantengan relativamente dentro de un rango, lo que daría lugar a una rentabilidad menor pero positiva de las asignaciones de bonos tradicionales.
Aunque nuestra perspectiva de base no es un período sostenido de inflación alta, seguimos pensando que los títulos del Tesoro de Estados Unidos protegidos contra la inflación (TIPS), al igual que los commodities y otros activos reales, brindan una cobertura adecuada contra el riesgo de inflación.
Mientras tanto, anticipamos un entorno de inversión en el que las macrotendencias, los disruptores y los factores impulsores,, combinados con los elevados niveles de deuda, darán lugar a una diferenciación sustancial entre regiones, países y sectores. En Asia, las perspectivas de mayor crecimiento y el desarrollo de los mercados de capitales seguramente ofrecerán buenas oportunidades de inversión, a pesar de los riesgos asociados a la ralentización del crecimiento de China y a las actuales tensiones geopolíticas. Si bien varios países de mercados emergentes (ME) afrontan circunstancias seculares difíciles, como siempre es importante abordar dichos mercados como un amplio conjunto de oportunidades, no como una inversión pasiva en beta, y esperamos encontrar muy buenas oportunidades en todos ellos.
La transición de la energía contaminante a la verde, la adopción más rápida de nuevas tecnologías, y los cambios pospandémicos en las cadenas de suministro y las preferencias crearán igualmente una serie de ganadores y perdedores y subrayarán la importancia de la gestión activa en los mercados de deuda corporativa. Los cambios en la normativa ambiental supondrán incertidumbre y complejidad, pero también oportunidades. Los elevados niveles de endeudamiento son especialmente preocupantes en el caso de los países y empresas con altas probabilidades de salir perdiendo en la transición de la energía contaminante a la verde.
Por último, vemos con optimismo la renta variable en nuestros portafolios de asignación de activos. Creemos que la recuperación post COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de invertir en infraestructura física —tras años de subinversión— debido a las tendencias de la digitalización y la automatización y al impulso hacia la adopción de medidas ecológicas. Mientras que la década pasada se caracterizó por las inversiones en software, la próxima se definirá más bien por las inversiones en equipos informáticos relacionadas con estas tendencias. El tema de la diferenciación y los ganadores y perdedores en la recuperación será crucial en todos los países y sectores, así como a nivel de la selección de acciones. En particular, consideramos que pueden salir beneficiados los fabricantes de semiconductores y los proveedores de equipos de automatización de fábricas, de energía verde y de movilidad, y que estos sectores serán una parte importante de la construcción de nuestros portafolios.
En una era de transformación en la que es probable que las tasas de interés reales y nominales permanezcan ancladas en niveles bajos, creemos que tiene sentido tratar de maximizar las oportunidades en las estrategias tradicionales de renta fija con mandatos flexibles destinados a aprovechar todo el conjunto de oportunidades a nivel global. En nuestra opinión, también tiene sentido buscar alternativas más allá de la renta fija tradicional —por ejemplo, el uso de crédito privado y la evolución de los mercados de capital mundiales—, cuando sea coherente con las necesidades y expectativas de los clientes.
Para ver más detalles sobre nuestras perspectivas de la economía mundial e implicaciones de inversión en los próximos tres a cinco años, lea Perspectivas Seculares: "Una era de transformación".
Joachim Fels es asesor económico global de PIMCO, Andrew Balls es el CIO Global Fixed Income, y Dan Ivascyn es el Group CIO.
Avisos Legales
La rentabilidad pasada no es garantía ni un indicador confiable de los resultados futuros.
Todas las inversiones implican riesgos y pueden perder valor. Invertir en el mercado de bonos tiene riesgos, incluidos los de mercado, tasas de interés, emisor, crédito, inflación y liquidez. El valor de la mayoría de los bonos y las estrategias de renta fija se ve afectado por los cambios en las tasas de interés. Los bonos y las estrategias de renta fija de mayor duración tienden a ser más sensibles y volátiles que los de menor duración; por lo general, los precios de los bonos disminuyen a medida que suben las tasas de interés y los entornos de tasas de interés bajas aumentan este riesgo. Las reducciones en la capacidad de las contrapartes de bonos pueden motivar que la liquidez del mercado disminuya y la volatilidad de precios aumente. Las inversiones en bonos pueden valer más o menos que el costo original al rescate. Los bonos atados a la inflación (<i>ILB</i>) emitidos por un gobierno son títulos de renta fija cuyo valor principal se ajusta periódicamente de acuerdo con la tasa de inflación y pierden valor cuando las tasas de interés reales suben. Los títulos del Tesoro protegidos contra la inflación (<i>TIPS</i>) son ILB emitidos por el gobierno de los Estados Unidos. La renta variable puede perder valor debido tanto a las condiciones reales como percibidas del mercado general, y de la economía y la industria. El valor de los inmueblesy los portafolios que invierten en el sector inmobiliario puede fluctuar debido a pérdidas por siniestro o embargo, cambios en las condiciones económicas locales y generales, la oferta y la demanda, las tasas de interés, el impuesto predial, las restricciones normativas sobre alquileres, las leyes de zonificación y los gastos operativos. La inversión en títulos denominados o domiciliados en el extranjero puede implicar riesgos elevados debido a las fluctuaciones cambiarias y a los riesgos políticos y económicos, que pueden aumentar en los mercados emergentes. Lasestrategias de crédito y capital privado entrañan un alto grado de riesgo y se aconseja a los posibles inversores que esas estrategias sólo sean apropiadas para personas con medios financieros adecuados que no tengan necesidad de liquidez con respecto a su inversión y que puedan soportar el riesgo económico, incluida la posible pérdida completa, de su inversión. El riesgo de gestión es el riesgo de que las técnicas de inversión y los análisis de riesgo aplicados por el gestor de inversiones no produzcan los resultados deseados y que determinadas políticas o eventos puedan afectar las técnicas de inversión disponibles para el gestor en relación con la gestión de la estrategia.
Las declaraciones relacionadas con las tendencias de los mercados financieros o las estrategias de portafolio se basan en las condiciones de mercado actuales, que pueden fluctuar. No existe ninguna garantía de que estas estrategias de inversión funcionen en todo tipo de condiciones de mercado o que resulten apropiadas para todos los inversionistas. Cada uno de ellos debe evaluar su capacidad para invertir a largo plazo, especialmente durante períodos bajistas, y consultar a un profesional de inversiones antes de tomar una decisión de inversión. Las proyecciones y estrategias están sujetas a cambios sin previo aviso.
Alfa es una medida de rendimiento sobre una base ajustada al riesgo y calculada mediante la comparación de la volatilidad (riesgo de precio) de un portafolio frente a su rendimiento ajustado al riesgo conforme a un benchmark; la rentabilidad relativa excedente con respecto al benchmark es alfa. Beta es una medida de sensibilidad del precio frente a las fluctuaciones del mercado. La beta del mercado es 1.
PIMCO, en general, ofrece servicios a instituciones, intermediarios financieros e inversionistas institucionales calificados. Los inversionistas individuales deben consultar a su asesor financiero para elegir las opciones de inversión más adecuadas para ellos. Este material contiene las opiniones del gestor, que están sujetas a cambio sin previo aviso. Se distribuye solo a título informativo y no debe considerarse como una asesoría o recomendación de inversión respecto a un valor, una estrategia o un producto en particular. La información aquí contenida proviene de fuentes consideradas fiables, pero no podemos ofrecer ninguna garantía al respecto. Se prohíbe reproducir esta publicación en su totalidad o en parte y en cualquier forma, así como citarla en otra publicación, sin previo consentimiento expreso por escrito. PIMCO es una marca comercial de Allianz Asset Management of America L.P. en los Estados Unidos y el resto del mundo. ©2020, PIMCO.