Salir de PIMCO.com

Está abandonando el sitio web de PIMCO.

Skip to Main Content
Educación

Qué son y cómo funcionan los bonos de alto rendimiento

Los bonos de alto rendimiento ofrecen rendimientos más altos que los bonos gubernamentales y pueden formar parte integral de una cartera de inversión.

¿Qué son los bonos de alto rendimiento?

Los bonos de alto rendimiento, o «high yield», son títulos de deuda de emisores corporativos que han recibido una calificación inferior a BBB- o Baa3 por parte de las principales agencias de calificación crediticia. Estos bonos pueden desempeñar una función importante en las carteras de inversión, ya que, por regla general, ofrecen cupones más elevados que los bonos gubernamentales o los bonos corporativos de alta calidad. Además, pueden revalorizarse si mejora la situación económica o la rentabilidad de la empresa emisora, aunque también pueden perder valor si las condiciones empeoran.

Puesto que el sector de alto rendimiento mantiene, en general, una escasa correlación con otros sectores del mercado de renta fija y es menos sensible al riesgo de tipos de interés, una asignación a esta clase de activos puede aportar ventajas de diversificación a la cartera. Además, desde una perspectiva histórica, las inversiones en bonos de alto rendimiento han ofrecido rentabilidades similares a las de los mercados de renta variable, pero con una volatilidad más baja.

¿Qué hace que un bono sea de alto rendimiento?

Las agencias de calificación crediticia evalúan a los emisores de bonos y les asignan una nota. De los emisores, se valora su capacidad para pagar intereses y devolver el principal en las fechas previstas. Aquellos inversores que supuestamente presentan un mayor riesgo de incumplimiento en el pago de los intereses o la devolución del principal reciben una calificación inferior a «investment grade» (véase la tabla inferior). En consecuencia, esos emisores deben pagar cupones más elevados para convencer a los inversores de que adquieran sus bonos.

Bonos de alto rendimiento

Fuente: Moody's, Standard & Poor's, Fitch

*Las calificaciones de Aa a Ca otorgadas por Moody’s pueden ser modificadas con un 1, un 2 o un 3 para indicar su posición relativa dentro de la categoría, por ejemplo, Baa2.

Las calificaciones de AA a CC otorgadas por Standard & Poor’s y Fitch pueden ser modificadas con un signo más (+) o un signo menos (-) para indicar su posición relativa dentro de la categoría, por ejemplo, A-.

Aunque las calificaciones crediticias otorgadas por las agencias definen el mercado de alto rendimiento y muchos inversores confían en esas calificaciones a la hora de establecer las pautas de sus carteras, los inversores también pueden realizar de forma independiente análisis crediticios de los fundamentales de las empresas y de otros factores para alcanzar sus propias conclusiones sobre el riesgo de impago de un valor.

¿Quién emite bonos de alto rendimiento?

Hasta la década de los ochenta, los bonos de alto rendimiento no eran más que los bonos en circulación de los «ángeles caídos», a saber, empresas que antes gozaban de una calificación «investment grade» pero cuya calidad había sido degradada por debajo de esta categoría. Los bancos de inversión, encabezados por Drexel Burnham Lambert, lanzaron el mercado de alto rendimiento moderno en los ochenta con la venta de nuevos bonos de compañías con calificación inferior a «investment grade», principalmente con el fin de financiar fusiones y adquisiciones o compras apalancadas.

Desde entonces, el mercado de alto rendimiento ha evolucionado y, hoy en día, gran parte de la deuda de alto rendimiento se utiliza con finalidades corporativas generales, como financiar necesidades de capital o consolidar y amortizar líneas de crédito bancarias. El sector de alto rendimiento, que en los ochenta y los noventa se concentraba principalmente en Estados Unidos, ha crecido considerablemente desde entonces a lo largo y ancho del planeta en términos de emisiones, valores en circulación e interés de los inversores. El siguiente gráfico muestra el crecimiento del mercado de bonos de alto rendimiento con datos publicados hasta el 31 de julio de 2024.

Crecimiento del mercado global de bonos de alto rendimiento

Fuente: ICE, a 31 de julio de 2024

Las nuevas emisiones de alto rendimiento pueden variar enormemente de un año a otro en función de las condiciones económicas y del mercado, y habitualmente se expanden con el crecimiento económico, cuando tiende a aumentar la propensión al riesgo de los inversores, y se reducen durante las recesiones o en coyunturas de mercado en las que los inversores se muestran más prudentes.

El sector «high yield» abarca los bonos de alto rendimiento emitidos como tales originalmente y los bonos en circulación de ángeles caídos, que pueden tener una gran repercusión en el tamaño global del mercado si la calidad crediticia de empresas grandes o de un elevado número de compañías se rebaja a la categoría de alto rendimiento. Por el contrario, el sector puede contraerse cuando se revisa al alza la calidad de empresas del mercado con grado especulativo y estas pasan a formar parte del sector con calificación «investment grade».

¿Por qué invertir en bonos de alto rendimiento?

Los bonos de alto rendimiento pueden ofrecer a los inversores una serie de ventajas potenciales, que van acompañadas de riesgos específicos. Los inversores pueden tratar de gestionar los riesgos de los bonos de alto rendimiento diversificando sus posiciones entre varios emisores, sectores y regiones geográficas, así como supervisando atentamente la salud financiera de cada emisor. A continuación se presentan los principales beneficios potenciales de invertir en bonos de alto rendimiento.

  • Diversificación: Los bonos de alto rendimiento suelen exhibir una escasa correlación con los sectores de renta fija con calificación «investment grade», como los valores del Tesoro o la deuda corporativa de alta calidad, por lo que incorporar títulos de alto rendimiento a una cartera de renta fija general puede mejorar la diversificación de la cartera. La diversificación no garantiza la protección frente a una posible pérdida, pero puede contribuir a reducir el riesgo global de la cartera y a mejorar la regularidad de la rentabilidad.
  • Mejora de las rentas corrientes: Para atraer a los inversores, los bonos de alto rendimiento suelen ofrecer rendimientos mucho más elevados que los de la deuda pública y los de muchos bonos corporativos con calificación «investment grade». Los rendimientos medios del sector varían en función de la coyuntura económica, pero suelen subir en periodos bajistas en los que también aumenta el riesgo de impago (las compañías de alto rendimiento pueden verse más perjudicadas por unas condiciones de mercado desfavorables que las empresas con calificación «investment grade»).
  • Revalorización del capital: Una recuperación económica o una mejora de rentabilidad de la compañía emisora pueden tener un gran impacto en el precio de un bono de alto rendimiento. Esta revalorización del capital es un componente importante de todo enfoque de inversión orientado a la rentabilidad total. Entre los acontecimientos que pueden propiciar la apreciación de un bono se incluyen las revisiones al alza de la calificación crediticia, los anuncios de mejora de los beneficios, las fusiones o adquisiciones, los cambios en el equipo directivo, una dinámica positiva para los productos de la empresa o sucesos relacionados con el mercado. Evidentemente, si la salud financiera de un emisor empeora, las agencias de calificación pueden revisar a la baja la calidad de los bonos, lo que podría reducir su valor.
  • Potencial de rentabilidad a largo plazo similar al de la renta variable: Los bonos de alto rendimiento y la renta variable suelen responder de forma parecida a la coyuntura general del mercado, lo que puede dar lugar a perfiles de rentabilidad similares a lo largo de un ciclo de mercado completo. Sin embargo, la rentabilidad de los bonos de alto rendimiento tiende a ser menos volátil, puesto que el componente de rentas de la rentabilidad habitualmente es mayor, lo que aporta una medida adicional de estabilidad. Además, la combinación de mayor rendimiento con el potencial de revalorización del capital (aunque menor que en el caso de la renta variable) conlleva que los bonos de alto rendimiento puedan ofrecer a largo plazo una rentabilidad similar a la de la renta variable. Asimismo, los tenedores de bonos tienen prioridad sobre los accionistas en la estructura de capital de una compañía en caso de quiebra o liquidación, por lo que los inversores en bonos de alto rendimiento tienen más posibilidades de recuperar su inversión que los inversores en renta variable.
  • Duración relativamente reducida: Uno de los motivos por los que los bonos de alto rendimiento a menudo tienen una duración reducida es que suelen tener vencimientos más breves. Normalmente se emiten con plazos de 10 años o menos y, con frecuencia, pueden amortizarse al cabo de cuatro o cinco años. En general, las cotizaciones de los bonos de alto rendimiento son mucho más sensibles a las perspectivas económicas y a los beneficios de las empresas que a las fluctuaciones diarias de los tipos de interés. En un entorno de tipos al alza, como cabría esperar en la fase de recuperación del ciclo económico, los bonos de alto rendimiento deberían rendir mejor que muchas otras clases de activos de renta fija. Dicho esto, el sector de alto rendimiento no necesita periodos económicos de gran esplendor; la mayor parte de los emisores pueden funcionar muy bien y seguir repagando su deuda en un entorno de bajo crecimiento.

Rentabilidad/Volatilidad a 20 años

Fuente: BofA Merrill Lynch, Bloomberg, PIMCO, a 31 de julio de 2024
El alto rendimiento está representado por el índice ICE BofA Merrill Lynch U.S. High Yield
La renta variable está representada por el índice S&P 500

¿Cuáles son los riesgos?

En comparación con los bonos corporativos con calificación «investment grade» y con la deuda soberana, los bonos de alto rendimiento son más volátiles y presentan un mayor riesgo de impago de los emisores subyacentes. En momentos de dificultades económicas, los impagos pueden dispararse, por lo que esta clase de activos es más sensible a las perspectivas económicas que otros sectores del mercado de renta fija. Los bonos de alto rendimiento exhiben características tanto de la renta fija como de la renta variable, y pueden usarse como parte de una asignación diversificada de una cartera.

Cuéntenos un poco sobre usted con el objeto de ayudarnos a personalizar el sitio web según sus necesidades.

Términos y Condiciones

Lea y reconozca los siguientes términos y condiciones:

{{!-- Populated by JSON --}}

Selecciona tu ubicación


Americas

Asia Pacific

  • Japan

Europe, Middle East & Africa

  • Europe
Back to top